Para que la muestra sea representativa, lo primero que debemos hacer es establecer parcelas de muestreo que sean homogéneas. Por tanto una muestra representará un olivar en el que características como la edad, tipo de suelo, variedad, etc, sean iguales en toda la superficie y se generarán tantas muestras como parcelas uniformes tengamos. Para la toma de muestras conviene hacer un recorrido por toda la parcela estableciendo un itinerario en forma de zig-zag de forma que se verifique la recogida en toda la superficie, evitando tomar muestras de las dos líneas de olivos de la periferia de la parcela de muestreo.
Las hojas se tomaran alrededor del olivo y en las cuatro orientaciones (N – S – E – O), a la altura de la cara de la persona que toma las muestra, en tallos tomados al azar. Dentro de un tallo se considerará el tramo correspondiente al crecimiento del año (figura 4), tomando solamente las hojas de la parte central de este tramo, y solamente las hojas bien desarrolladas y expandidas, que no presenten ninguna anormalidad (ataque de plagas o enfermedades, necrosis, etc.). Se tomarán dos hojas completas por cada orientación, incluyendo el pecíolo y sin la yema axilar. En total la muestra deberá contener en torno a 100-150 hojas.
Las hojas tomadas en el campo se introducirán en un sobre de papel y se almacenarán inmediatamente dentro de una nevera portátil (4ºC) hasta su entrega en el laboratorio, lo que debe realizarse el mismo día de la toma de muestras.
En el sobre que contenga la muestra se debe hacer constar como mínimo los siguientes datos:
- Titular/Productor
- Fecha de toma de muestra
- Referencia de muestra
A la muestra o grupo de muestras debe acompañar un Formulario de Análisis Foliar, que es necesario para hacer constar algunos datos como es la dirección de envío de resultados, las características del análisis que desea que se realice, etc.