¿Está bien nutrido tu olivar?

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En el correcto manejo de una explotación agrícola es necesaria la colaboración entre el productor y el técnico agrícola.

El agricultor conoce como nadie su explotación, sabe, casi, cómo se comporta cada árbol y esa experiencia es esencial. Por otro lado los conocimientos técnicos de un asesor competente son fundamentales. Aunando la experiencia propia del olivar y los conocimientos científicos surge la simbiosis que puede lograr el éxito de una empresa agrícola.

Por todo ello, es aconsejable que en nuestras explotaciones contemos con un asesoramiento experto que nos oriente en las estrategias y manejos y nos ayude a optimizar recursos económicos, insumos, agua, etc.

En definitiva, se trata de optimizar el manejo de nuestra explotación conociendo y ajustando en lo posible el mayor número de variables que interviene en el sistema. Una variable muy importante a tener en cuenta es conocer la situación nutricional de nuestra explotación lo cual nos permitirá, con el apoyo del técnico, diseñar un tratamiento que sea adecuado a las necesidades reales del cultivo y también establecer la idoneidad de las soluciones nutritivas, incluso su forma más eficaz de aplicación.

En estas fechas de julio contamos con una herramienta muy útil para comprobar la situación nutricional del olivar y en consecuencia tomar decisiones; se trata del ANÁLISIS DE HOJAS.

En los análisis de hojas o foliares es muy importante tomar las muestras correctamente y en el momento adecuado, cada cultivo tiene su momento idóneo (Figura 1).

CULTIVOFECHA DE MUESTREO
OLIVOJULIO
ALMENDROJULIO
PISTACHOAGOSTO
CITRICOSSEPTIEMBRE-NOVIEMBRE
VIDFLORACION Y ENVERO

Figura 1: Fechas idóneas para la toma de muestra de diversos cultivos.

En la toma de muestra debemos establecer parcelas homogéneas, es decir, tomar por separado muestras de las diferentes zonas que, por su diferente comportamiento, o manejo, o características del terreno, se aprecien en la explotación.

Una forma sencilla de organizarnos es hacer un recorrido en forma de zig-zag sobre esa parcela homogénea que hemos seleccionado, evitando aquellos árboles que lindan con las parcelas vecinas, que podrían interferir en los resultados de nuestro muestreo. Necesitamos tomar muestra de unos 15-20 árboles repartidos por toda la parcela.

En cuanto a qué hojas recolectar, hay que decir que cada cultivo tiene su propio protocolo. La forma de proceder está basada en los trabajos científicos de diferentes autores, mediante los cuales se establecieron qué parte de la planta u hojas eran las adecuadas y además qué valores se podían utilizar de referencia (o nivel crítico); estos lo son, en concreto, para ese tipo de material vegetal y fecha de muestreo y no para el recolectado de otra parte de la planta o en otro momento del año.

Centrándonos en el olivo se deben tomar el tercer o cuarto par de hojas del tallo que ha crecido esta primavera (por tanto no tendrá fruto), incluyendo el peciolo (rabillo de la hoja) (Figura 2). Deben estar representadas las cuatro orientaciones del árbol, ya que la diferencias en la insolación hace que la eficiencia metabólica también varíe y con ella la distribución de los nutrientes en las hojas. Tomaremos, por tanto, un par de hojas de cada una de estas 4 orientaciones (8 hojas por árbol) y a la altura de los ojos del operador. Como hemos tomado muestras de unos 10-20 árboles se habrá generado un volumen de hojas que será el adecuado y nos asegurará que es representativa. En general, con unas 100-140 hojas serán más que suficientes.

Es importante evitar tomar hojas de las varetas o chupones y aquellas que tengan desperfectos por mordeduras de insectos, malformaciones, etc., ya que pueden distorsionar los resultados.

Figura 2: Tallo de olivo, indicando las hojas a muestrear.

Una vez recolectadas, las hojas se introducirán en sobres de papel, perfectamente identificados y se han de mantener en frío (nevera) hasta su traslado al laboratorio. Evitar las bolsas de plástico.

Las muestras deben enviarse al laboratorio, a ser posible, en un plazo de 24 horas.

En la tabla siguiente se reflejan los valores de referencia para olivar y para muestras de hojas recolectadas en julio, por tanto no es aplicable a otros periodos o cultivos.