Comienza una nueva campaña de recolección de aceituna

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Estamos ante una nueva campaña que va a suponer un punto y aparte con respecto a las dos campañas anteriores donde la baja producción de aceituna y los altos precios del aceite han marcado récord históricos.

El sector afronta nuevos retos como el poder recuperar la gran bajada del consumo y los bajos datos de comercialización que sobre todo han traído la campaña 23-24, se está hablando en general de media cosecha haciendo aforos de entre 1.200.000 y 1.400.000 toneladas pero la llegada tardía de las lluvias hace que estas previsiones quizás sean muy optimistas, también se ha comercializado aceites a futuros haciendo que las entregas de aceite fresco durante el mes de octubre se hayan situado entre 5 y 5.50 e/t, viendo ahora en mercado real que los precios de comercialización a día de hoy están entre los 7.50 y los 8 euros haciendo que sean muchos los agricultores que quieran adelantar la recolección de su cosecha para poder coger estos precios a la hora de vender su producción, todo este panorama hace de que esta nueva cosecha se afronte con la incertidumbre que ya nos tiene acostumbrado este sector donde es muy difícil hacer previsiones ya que los factores que van a influir tanto en producción como en precios son muy difíciles de controlar.

Mientras se afronta este nuevo panorama lleno de incertidumbres, el sector sigue avanzando con el incremento de nuevas plantaciones de intensivo y supe intensivo que hace que cada vez la superficie cultivada sea mayor, introduciendo nuevas variedades que están haciendo que nuestras almazaras tengan que estar preparadas para afrontar un incremento bastante notable en la recepción de kilos de aceituna diarios, esto también conlleva que los patios de limpieza en muchos casos se hayan quedado pequeños, lo que está suponiendo la ampliación de dichos patios o el cambio de las maquinas actuales a las de mayor producción para de esta forma solventar el problema.

No solo se nos presenta el problema en la recepción también tenemos que tener en cuenta que toda la almazara en sí tiene que sufrir una remodelación para adaptarse a este nuevo escenario y es que el aumento de kilos recolectados también conlleva mayor almacenamiento de aceituna en tolvas a la espera de molturarse y como no, el aumento de las máquinas de extracción que han de estar en la misma línea de los kilos recolectados diariamente para de esta forma procesar el fruto en el menor tiempo posible.

En los últimos 40 años el sector ha experimentado una evolución constante y más o menos rápida, pasando de las antiguas prensas a los sistemas de extracción en continuo trabajando en tres fases y posteriormente en dos, lo que ha hecho que tanto los maestros como los operarios de almazaras hayan tenido que ir evolucionando y adaptándose a estos cambios para poder estar a la última en los nuevos sistemas de extracción que se iban implantado en las almazaras, con el paso del tiempo las nuevas tecnología van cobrando cada vez más protagonismo haciendo que su implantación en los sistemas productivos sea una necesidad ya que todos estos avances están haciendo que nuestras almazaras sean cada vez más eficientes aportando esto un incremento en la renta de los agricultores.

La nueva olivicultura y la evolución de la elaiotecnia, está llevando a que tanto en el campo como en las almazaras se necesite una mano de obra cada vez más especializada de ahí la falta de profesionales que estén sobre todo al frente de las almazara, desde AEMODA y desde hace ya unos años, estamos gestionando cada vez más ofertas de trabajo donde se demandan trabajadores con una alta cualificación y con conocimientos más amplios de los que hace algunos años se necesitaba, el maestro de almazara ha tenido que evolucionar haciendo que su perfil se amplíe llegando a tener que tocar temas mecánicos, eléctricos, sistemas de calidad y un aspecto muy importante como es la cata de aceites ya que al final es el que tiene que clasificar toda la producción según calidades, la temporalidad en este trabajo también está jugando un papel importante a la hora de tener a buenos profesionales ya que muchas almazaras es terminar la campaña y hacer la limpieza en el mejor de los casos y se desprende de los trabajadores haciendo que estos durante el resto del año tengan que buscar otras alternativas laborales lo que hace en muchos ocasiones que dejen de trabajar en la siguiente campaña si han conseguido encontrar un trabajo que le dé estabilidad, de ahí la falta de personal cualificado que se demanda en muchas ocasiones para trabajar uno 3 o 4 meses haciendo que no sea una salida profesional atractiva para las nuevas generaciones venideras, por lo que tenemos que replantearnos el trabajo durante el año buscando alternativas que nos permitan tener un mínimo de personal trabajando que luego durante la campaña puedan cubrir las necesidades que nos van surgiendo.

Manuel Caravaca
Presidente de la Asociación Española de Maestros y Operarios de Almazara